noviembre 02, 2009

El rostro de la ignominia (al descubierto).

Por muchas razones puedes terminar apareciendo en una fotografía en la que no deberías estar, haciendo cosas que no deberías haber hecho jamás y quizá adoptando una posición corporal que creías imposible: suerte, inmadurez, ebriedad, calentura, un paparazzi, en fin. Las variables son demasiadas y no son tema de este blog -es más, tal vez no deberían ser tema de ningún foro ni de ningún medio si tu apellido no es Bruni y la estupidez que hiciste no fue bailar desnudo en público (condiciones suficientes y necesarias).

Por razones más claras (evitar una demanda o proteger la identidad de algún pobrediablo), los medios suelen distorsionar algunos rostros que aparecen en ciertas fotografías o en imágenes captadas para la televisión. Cuando esto sucede, los resultados son aterradores.

Y no me refiero a las ""notas" "periodísticas"" (adviértanse las comillas en cada uno de los términos y en el término que forman las dos palabras juntas) que normalmente acompañan estas imágenes en medios terriblemente amarillistas. Me refiero a los resultados estéticos de las personas que han sido deformadas para aparecer publicadas.

¿Qué no hay escrúpulos periodísticos? ¿Qué no hay un mínimo respeto por los rostros de los ebrios, las celebridades, los muertos o los asaltantes arrepentidos? ¿Quién decide que esas narices achatadas no merecen la pena de seguir exhibiéndose diariamente por las calles?

Gracias a dios existe este nuevo producto. O al menos debería existir.

agosto 16, 2009

Ironías apocalípticas.

Es evidente que el mundo está llegando a su fin (dramatizacion). Según los mayas, nos quedan algo así como 3 años para escribir en un árbol, tener un libro y plantar un hijo -de preferencia en Giselle Bündchen. Según Al Gore nos quedan 14 minutos y según Mausán, sólo hay que apurarse a construir departamentos en Marte. Stephen Hawking está tranquilo -o al menos eso parece al verlo- porque tiene un portal a otra dimensión en el tercer cajón de su mesita de luz. Y los seguidores de Nostradamus han comenzado una campaña de odio contra Obama, para evitar que se trate del negro que habrá de unificar al mundo unos minutos antes de que termine.

Fuera de estas interesantes y contradictorias teorías, la verdad es que no sabemos cuándo terminará el sufrimiento en realidad, lo único que nos queda por hacer, además de resignarnos y esperar con la pata entre las colas, es evitar que alguno de los siguientes eventos tenga lugar. Se trata de ironías que, según varios científicos de diferentes latitudes, podrían alterar el devenir eterno de los tiempos y los lugares con consecuencias nefastas y definitivas en el orden actual de las cosas (o cosmos, como se le conocía en Grecia). Presento un resumen escueto de la...

Teoría de la terminación del mundo mediante cinco aparentemente insignificantes ironías.

Si usted pretende no ser el culpable directo de la terminación del mundo, sirvase:

a) Evitar a toda costa que el jefe de una Consultoría de Franquicias estreche la mano del jefe de una Franquicia de Consultorías (Ref. Pollo).



b) Evitar que una drag queen mire pornografía para machos.



c) Evitar a toda costa buscar la palabra "Google" en "Google".



d) Evitar meter al refrigerador un horno de microondas encendido.



e) Evitar tomar un Imodium disuelto en laxante.



Y ahora que termino de escribir esto, pienso que otra causa del fin podría ser publicar estas ironías secretas, así que me las guardaré para mí y para los científicos que llegaron a ellas.

(Me levanto de la computadora, llega un amigo)

AMIGO: ¿Qué haces?
YO: Escribiendo algo que jamás deberá ser publicado.

(Voy al baño, mi amigo se acerca a ver lo que escribí. Salgo del baño, él tiene la mano en el mouse...)

julio 10, 2009

Internet error number 001

El equipo de investigación de este blog -conformado por un gato siamés (o dos, no lo sé), diputados de la bancada perredista y becarios de la Escuela de Gastronomía Maya- fue consignado con una PyME (pequeña y mediana empresa) terriblemente estéril que consistía en investigar, con métodos estandarizados en Berkeley, California, el origen de nuestros constantes naufragios en la "navegación" de la red.

En efecto, cada vez que -y murphycamente sólo cuando- estamos interesados en visitar una página específica, un mensaje que nos indica que se ha cometido un error de índole diversa nos impide ver los contenidos deseados.

Los errores en internet, catalogados y numerados seguramente por algún "geek" al comenzar los años noventa, son más de los que podemos imaginar. Sin duda nos ha sucedido: la página está muy ocupada, el servidor no responde, el firewall nos impide llegar a la dirección pretendida, la señal de internet es laxa, en fin. Aquí algunos ejemplos.















De inmediato algunas cuestiones nos rondan la cabeza. Si intentar ver una página prohibida es el error número 403, ¿cuál será el 402? Y yendo más allá, ¿cuál será el error número 1? Esta última fue precisamente la duda primigenia que propició la investigación.

El equipo se puso en marcha. Tecleó direcciones inexistentes, intentó penetrar la red interna del gobierno chino, buscó en Google páginas con temáticas desgarravestiduras y escandalosas, intentó navegar con una tarjeta BAM de Iusacell, en fin. Se intentó una cantidad insospechada de estupideces. El error número 1 no apareció.

Abatido, el director general del equipo de investigación y diputado plurinominal del distrito XXV, se retiró el viernes a su curul a descansar (porque ahí duerme todos los días de 8 a 4 de la tarde). Poco más tarde se fue a una fonda a comer. Ahí pidió la sopa de pasta y, al tratar de pensar en el contenido de una página que alguna vez visitó, en un episodio con reminiscencias euclidianas, encontró la respuesta final a su investigación:



Él no gritó "Eureka", porque no habla griego, pero sí se puso muy contento y vino directamente a la redacción de "Fobiosofia" a comunicar sus resultados previa documentación gráfica.

mayo 05, 2009

Otra forma de concebir el concepto "Rockotitlán"

Ante la ausencia de talento en la juventud actual, la ciencia se ha abocado a generar una cantidad insospechada de tecnologías que facilitan la elaboración de cualquier cosa. El arte, como pilar fundamental de toda cultura evolucionada, tan popular y rudimentario como se quiera, no se ha quedado fuera de esta vorágine.

En efecto, changos que ponen discos se hacen llamar DJ's y, mientras dure la farsa, otros changos que nunca han movido una perilla seguirán pensando que los primeros han de llamarse artistas.

Y ante la insuficiente conexión entre el cerebro y las manos (por deficiencia del aquél, no de éstas) que caracteriza a nuestras nuevas generaciones, las grandes comercializadoras del entretenimiento han tenido que acercar el rock'n roll a los jóvenes en forma de juguetes. Sí, ahora en lugar de aprender a tocar una guitarra eléctrica, sólo hay que usar un infantil remedo de guitarra, con botones en lugar de cuerdas, para arrancar la emoción del público. Por supuesto, me refiero a un público previamente grabado en un estudio.

De esta premisa nació el Guitar Hero y su inminente consecuencia, el Rock Band. No hay mucho que hacer para mantener el interés de este juego de video sino aumentar canciones en el repertorio disponible y elaborar "ediciones especiales" que despierten la avaricia de los niños (y de los adultos) para que los programadores puedan seguir pagándose la universidad.

Las ediciones especiales que refiero en el párrafo anterior van desde "El Metallica Tour" hasta una muy prometida edición de Los Beatles.

Sin dar más vueltas, aquí propongo otra edición que, al tiempo que divertirá, educará sobre las artes musicales prehispánicas de nuestro país (también de forma rudimentaria) a toda la raza (la raza de bronce). Se trata del:



Por supuesto, las canciones aztecas, así como las mayas, las incas, las zapotecas, etcétera, exigen instrumentos diferentes para su interpretación. He aquí un vistazo de lo que serán estos nuevos juguetes:









El juego puede ser amenizado con gráficos que hagan referencia a acontecimientos importantes y localidades importantes de cualquier momento de la historia prehispánica de nuestro hermoso continente.



Ah, si Moctezuma estuviera vivo para ver y escuchar esto... ¡Mandaría a hacer pozole con pierna humana para los programadores!

Imagínese, querido lector, revivir batallas épicas en los pies de un honorable Caballero Águila haciendo sonar los cascabeles, moviendo la cadera como los jugadores de pelota, gritando cosas llenas de significado milenario. Una de las canciones que se desbloquearían al acceder al último nivel será, sin duda, "Los dioses ocultos", del Huey Intérpretl Saúl Hernández Ilhuicamina.

Después, cuando el mercado esté listo para recibirlas, podrían emerger ediciones especiales con referencias más modernas: "ROCK BAND MARIACHI", "ROCK BAND TRÍO", en fin. Incluso cada país podría tener el suyo. Imagínese llegar a tocar una cítara o un digeridoo con botones de colores. Uf. Sería el pretexto perfecto para seguir evitando la cultura con los videojuegos.

abril 13, 2009

Arte Poop (Outside "The Factory" Mainstream).

No, esto jamás sucederá.



Una de las cientos de miles de razones por las que los perros son completamente desagradables, además del hecho de que la gente los trate como gente, es su excremento.

Apestoso, pegajoso, foco de enfermedades, el excremento canino se yergue como un objeto altamente reflexivo. Al verlo en cada esquina nos hace recordar nuestra futilidad y nuestro fugaz paso por la existencia. Pensar en él nos devuelve al hombre primigenio, al de Hobbes, que tiene miedo del tiempo, del espacio y de todas aquellas categorías del entendimiento que se pudieran inventar después de Kant.

El excremento de perro, esa roca de Sísifo, está por todos lados y es indudable que jamás lograremos deshacernos de ella. Ahora bien, si lográramos, por un momento, por un dulce y efímero momento, eliminar al menos alguna de sus inenarrables características, podríamos llamarnos con justicia filántropos.

Yendo en una dirección opuesta al "snobie" McCarthy, que ensalzó las impactantes características visuales de la mierda, he decidido deshacerme justamente de ellas. En otras palabras, si la mierda no se ve como mierda, quizá podamos olvidar que es mierda (y que está en la calle o en el jardín, porque los perros son así de idiotas y poco pudorosos).

Es por ello -dirían los nuevos "periodistas"- que hoy le presento a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales mi nuevo invento (por supuesto, si no fuera nuevo no sería invento), para su consideración.

Se trata de un implante tipo punta-de-duya-pastelera en forma de estrella, que debe ser colocada en el ano de los perros. Ilustraré lo que trato de decir:

Estas son imágenes de puntas de duya pastelera, para tenerlas en cuenta:





Este es un perro con la duya ya implantada:



¿El resultado? Sí, amable lector, usted lo tiene. Mierda en forma de estrella. Es sólo el comienzo y, permítame adelantarme y soñar, quizá un día podamos hablar de formas más complejas que alegren los jardines y las calles. Aquí un grosero símil de lo que podría llegar a ser.



Adelante, señor Secretario. Llámeme mañana en la mañana y discutimos el precio de la patente. También puedo conseguir quién cambie estos carteles:



Por estos otros:

marzo 14, 2009

El infinito desde el punto de vista del márketing contemporáneo

I guess that's the way the whole durned human comedy keeps perpetuatin' itself. The Stranger. The Big Lebowski, 1998.

La maquinaria social avanza, destroza, se especializa. Y la especialización significa, en ciertos ámbitos, futuro, evolución y aun perfeccionamiento social. Sin embargo, en otros ámbitos puede llegar a significar estupidez, nimiedad y banalismo.

En últimas fechas han surgido cursos, conferencias, maestrías y expos, que son tan específicas como inútiles. Y mientras veo que la cosa va cada vez peor, sólo espero que algún día hagan una EXPO JOSEMARÍA, donde ofrezcan todo lo que a mí se me pueda ofrecer en la vida. Calculo que en un par de décadas sucederá. Quizá antes.

Mientras tanto, caminando por la calle lateral del WTC, Juan Picas se encontró con una expo muy particular. La "EXPO EXPO, todo para su expo". Los resultados fueron borgesianamente interesantes.



Picas se dijo "tengo que entrar a esta EXPO" mientras entraba a esa EXPO. Luego se dijo "tengo que decirme internamente las cosas antes de hacerlas, no mientras las hago, de esa forma me van a servir de algo mis soliloquios internos".

Cuando se dirigió al escritorio de registro, notó algo muy extraño. Las personas que atendían ahí no se movían en absoluto. Habló, gritó y, por fin, golpeó a uno en la cara pensando que le estaban aplicando la ley del hielo, cosa que le molestaba sobremanera desde la primaria. No, no le estaban ignorando a propósito, sino que Juan estaba frente a un modelo de escritorio de registro, que estaba en exposición como parte de la EXPO EXPO. El sujeto al que golpeó en la cara era meramente un maniquí. Detrás, estaba el escritorio real.



Lo primero que pensó que encontraría en EXPO EXPO era una serie de módulos que ofrecían posibles locaciones para organizar una expo. Pero no, la logística era diferente. Preguntó y le dijeron dónde se encontraban dichos módulos. Aquí el croquis que recibió:



En una inteligente jugarreta estratégica, los organizadores del evento colocaron los stands lejos del alcance de los asistentes, para no tener competidores directos. "Bien pensado" pensó Juan (ya vamos viendo que Juan Picas es un pensador activo y reflexivo con un IQ sorprendente).

En fin. Continuó su camino. Lo siguiente medianamente interesante con lo que se topó fue un stand que vendía stands para expos. Se veía así:



Se acercó, intrigado, a ver el modelo de stand. Una réplica en miniatura del stand en el que se encontraba la misma réplica. Obviamente, los dueños de la compañía de stands usaron un stand de propia manufactura para ubicarse. Juan miró con detalle. La réplica era perfecta, pero demasiado pequeña. Entonces le preguntó a la persona que atendía ahí: "¿No hubiera sido suficiente colocar el stand original y mostrarlo?" El dependiente se quedó perplejo (era el director de márketing de la compañía de stands) y, después de pensar varias cosas al mismo tiempo -cosa que nunca le había sucedido justamente porque trabajaba en márketing- sufrió un ataque nervioso que derivó, tres segundos más tarde, en un colapso terminal de su sistema nervioso y en la consecuente explosión de su cabeza. Juan se quedó pensando en que quizá lo que detonó la explosión fue que el susodicho alcanzó a pensar claramente -en esa maraña de nervios en que se había convertido- en el precio que pagó por la construcción de la réplica.

Lleno de sangre, Juan decidió tirar a la basura su gafete que lo acreditaba como poseedor de un gafete para la EXPO EXPO y salir corriendo. Aquí el gafete.



Picas corrió sin cesar hasta quedarse sin aire. Reflexionó sobre varios temas, aunque dedicó más minutos al pensamiento intitulado "Qué estúpido evento y qué mal organizado". Unos minutos después, llegó a la conclusión de que si los organizadores hubieran asistido a un evento previo llamado "EXPO EXPO EXPO, todo para organizar su 'EXPO EXPO, todo para organizar su EXPO'", las cosas hubieran resultado mejor.

Su mente pensó más allá de las palabras. Pensó en imágenes de calidad fotográfica. Algunas de las cuales les muestro a continuación.




Por cierto, cuando Juan Picas pensó en esto, la Organización Sismológica Mundial reportó movimiento telúrico leve en Ginebra, Suiza. Precisamente en este lugar.

febrero 17, 2009

Mega beso

Los elegantes comienzan siempre sus historias con una cita:

"Las autoridades capitalinas debieron esperar dos horas para poder reunir a las personas suficientes que romperían el Record Guiness de mayor número de personas besándose de manera simultánea.

"Por lo menos 39 mil 897 personas rebasaron el récord que tenía la ciudad de Londres, Inglaterra, dijo Carlos Martínez, certificador del Récord Guiness."


Sí, apreciable lector. El estúpidamente sensual Distrito Federal, la capital del cachondeo jarioso, ahora tiene una marca mundial que nos envidiará París, Sodoma, Gomorra y la zona roja de Ámsterdam.

39,897 personas besándose al mismo tiempo. ¿Se imagina usted cuántas parejas tienen que besarse para...

Un momento...

¡No es un número par!

Señores. Estoy anonadado.

Un número impar de personas han roto el récord de más personas besándose al mismo tiempo. Esto sólo tiene 3 posibles explicaciones:

a) Que una de las personas presentes en el Zócalo en ese momento tuviera dos bocas y decidiera ir sola a participar. Es decir, que se besara a sí misma.



b) Que una persona estuviera besando a alguien tan feo que, después de un análisis cuidadoso y un escrupuloso peritaje, fuera imposible determinar si realmente se trataba de una persona o no.



c) Que el Sr. Guiness tenga graves dificultades para contar con exactitud. Sin importar la razón.



Bueno, sea como sea, el récord en nuestro.

febrero 13, 2009

Pequeñas grandes contradicciones

En algún momento del siglo pasado, debió haber tenido lugar alguna conversación entre un señor y un esclavo que comenzara de la siguiente manera:

- ¡Oye, imbécil!
- Sí, mi señor, dígame...

Lo que no sabía el señor era que, siguiendo una dialéctica de progreso al estilo marxista (aunque de manera muy velada), el esclavo se estaba rebelando y volteando la suerte. Al decir "mi señor", el esclavo se convirtió, desde el punto de vista semántico, en dueño del señor.

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Por otra parte, y volviendo a la época actual, en un esmeradísimo afán por convertirse en una oficina pública ejemplar y punta de lanza, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (a través de su división del Sistema de Administración Tributaria -¡qué nombre tan colonial!), me pidió mediante un "e-mail" que "me actualice". De hecho no me lo pidió, me lo ordenó con signos de admiración. Pero lo que más me gustó fue que justo después de hacerlo, presume su slogan que, increíblemente, sigue siendo el de 2008.




Querido SAT, ¡Actualízate tú, pendejo!