agosto 16, 2009

Ironías apocalípticas.

Es evidente que el mundo está llegando a su fin (dramatizacion). Según los mayas, nos quedan algo así como 3 años para escribir en un árbol, tener un libro y plantar un hijo -de preferencia en Giselle Bündchen. Según Al Gore nos quedan 14 minutos y según Mausán, sólo hay que apurarse a construir departamentos en Marte. Stephen Hawking está tranquilo -o al menos eso parece al verlo- porque tiene un portal a otra dimensión en el tercer cajón de su mesita de luz. Y los seguidores de Nostradamus han comenzado una campaña de odio contra Obama, para evitar que se trate del negro que habrá de unificar al mundo unos minutos antes de que termine.

Fuera de estas interesantes y contradictorias teorías, la verdad es que no sabemos cuándo terminará el sufrimiento en realidad, lo único que nos queda por hacer, además de resignarnos y esperar con la pata entre las colas, es evitar que alguno de los siguientes eventos tenga lugar. Se trata de ironías que, según varios científicos de diferentes latitudes, podrían alterar el devenir eterno de los tiempos y los lugares con consecuencias nefastas y definitivas en el orden actual de las cosas (o cosmos, como se le conocía en Grecia). Presento un resumen escueto de la...

Teoría de la terminación del mundo mediante cinco aparentemente insignificantes ironías.

Si usted pretende no ser el culpable directo de la terminación del mundo, sirvase:

a) Evitar a toda costa que el jefe de una Consultoría de Franquicias estreche la mano del jefe de una Franquicia de Consultorías (Ref. Pollo).



b) Evitar que una drag queen mire pornografía para machos.



c) Evitar a toda costa buscar la palabra "Google" en "Google".



d) Evitar meter al refrigerador un horno de microondas encendido.



e) Evitar tomar un Imodium disuelto en laxante.



Y ahora que termino de escribir esto, pienso que otra causa del fin podría ser publicar estas ironías secretas, así que me las guardaré para mí y para los científicos que llegaron a ellas.

(Me levanto de la computadora, llega un amigo)

AMIGO: ¿Qué haces?
YO: Escribiendo algo que jamás deberá ser publicado.

(Voy al baño, mi amigo se acerca a ver lo que escribí. Salgo del baño, él tiene la mano en el mouse...)