junio 08, 2011

Desobediencia civil pacífica.



Desde que Javier Sicilia comenzó su movimiento cultural-poético-musical, muchos círculos intelectuales de México -y, a decir verdad, también algunos óvalos- se han interesado en apoyar al poeta cuernavacuno de diversas maneras. Las más sencillas para los intelectuales consisten en escribir alguna columna en un diario local con palabras de aliento en el epígrafe y acto seguido continuar con las actividades cotidianas y las visitas al campo de golf los fines de semana. También algunos se dedicaron a pensar fuértemente en Javier durante dos horas y a ponerle "like" a todas las fotos en las que aparece el poeta en señal de solidaridad con su causa.

No obstante, gracias a la marcha de la paz, el movimiento ha comenzado a convertirse en una acción real y concreta, de manera que si uno quiere apoyar a Javier Sicilia en su inercia contrasistema, ya no se puede hacer el menso con textitos y buenas intenciones. Ahora hay que mover los pies o caminar rutas que algunos intelectuales de alcurnia jamás habrían recorrido ni siquiera a bordo de un ADO GL.

No se alarme, querido humanista burgués: sus zapatos permanecerán limpios. Siga leyendo y entérese cómo.

En últimas declaraciones, Javier ha instado a que la gente no sólo marche, sino que se manifieste de diversas formas mediante lo que históricamente se ha denominado "desobediancia civil pacífica". Pequeños y simbólicos actos que muestran inconformidad y rechazo a las leyes autoritarias o a la forma en la que se aplican en la sociedad. ¿Recuerda usted al hombre de Tiananmen que se paró frente a los tanques militares chinos? Ese es el epítome de la desobediencia civil pacífica. También están las sugerencias de los Sex Pistols, pero algunas no eran tan pacíficas y había que tener 20 años para poder siquiera intentar más de la mitad de ellas. Quedémonos con el joven de Tiananmen.

En fin, aquí propongo una lista de significativas y sencillísimas actividades que mostrarán su solidaridad con Javier Sicilia sin la necesidad de que se ensucie los zapatos. Fueron extraídas de mi manual de desobediencia cívica titulado "Rebel for Dummies" que actualmente se encuentra misteriosamente fuera de circulación de las principales librerías.

Desobediencia civil pacífica nota 578: si se le pide que guarde silencio, frunza el ceño y diga “no”.

D.C.P. Nota 765: si usted es una oveja, deje de caminar los miércoles de 3 a 4 pm. Soporte fuetazos y vituperios.

D.C.P. Nota 334: cruce dos metros a la derecha de las rayas de cebra pintadas en la calle.

D.C.P. Nota 387: vístase con colores oscuros para recibir la primavera en Teotihuacán.

D.C.P. Nota 657: separe la basura siguiendo sus propias categorías. Por ejemplo, “cosas que saben a eneldo”, “colores de temporada”, “uñas”, “restos de drogas” o “discos de José José”.

D.C.P. Nota 220: dibuje bigotes y lentes de Groucho Marx en la foto de su credencial de elector.

D.C.P. Nota 738: el 15 de sept. grite sólo dos ‘vivas’ en lugar de tres; o bien, si usted dirige el acto, grite “¡Vivan los hermanos Flores Magón!” en lugar de Hidalgo.

D.C.P. Nota 177: cuando guarde el carrito del súper, no lo meta hasta el fondo o déjelo en doble fila.

D.C.P. Nota 484: envíe un ‘emoticon’ de ‘cara de vomitar’ junto con su declaración electrónica de impuestos.

D.C.P. Nota 202: cuando salude a la bandera, esboce una sonrisita socarrona en todo momento o péinese con la raya hacia el otro costado.

D.C.P. Nota 100: al término de cualquier discurso del partido en el poder procure aplaudir 20% menos tiempo del usual.

Y la más importante de toda, que puede funcionar a manera de un imperativo categórico de la desobediencia:

D.C.P. Nota 001: ante todo mandato de la autoridad hay dos posibilidades: cumplirlo o cumplirlo a regañadientes. Elija siempre la segunda.